Gracias por la hemorragia rojita

Gracias, Calderita, por estas marchas que nos mantienen delgados y ejercitados...

...sudando la gota gorda y gastando las suelas de nuestros zapatos. Gracias a ti, marchamos y votamos una y otra vez. Te agradecemos, doctor Caldera, que jamás de los jamases vuelvas a "abogar" por nadie, nunca más.

Gracias por la xenofobia histérica que nos carcome y aísla del mundo civilizado, Rafael

Foto cortesía de los hermanos Chang.

Gracias, doctor "Felo", por la energía nuclear roja, rojita

Primera plana de la prensa española. No me crean, véanlo AQUÍ.

Gracias, doctor Rafa, por el ridículo internacional

Con respeto exclusivamente protocolar, señor expresidente, hoy Venezuela y el mundo carcajeante te dedican esta canción, doctor Rafita: "Que viva España", mientras se defecan de la risa por el ridículo protagonizado por tu indultado favorito, ahora autocoronado "vengador anti-ibérico". Por cierto, quería preguntarte: ¿que opinan tus colegas del opus? ¿han logrado perdonarte o te expulsaron hace algún tiempo ya? (ah, a los expresidentes no se les expulsa, sino que se les exige voto de silencio como el tuyo —jamás de pobreza ni humildad, qué va—)

Y tú, arcángel Rafael, ¿haces acto de contrición? ¿recuerdas flagelarte a diario? ¿sobrevives cual penitente para redimir tus pecados?

Ah, Calderita, pero te agradecemos también por las marchas, marchas, queremos marchas, marchas

Esta, por ejemplo, es la de hoy: sábado 10 del 11. Así que, don Rafa, la marcha nuestra de cada día, dánosla hoy y no perdones nuestras mentadas, así como nosotros no perdonaremos tus deslices infelices, ¿okey?

Gracias, expresidente, por esta Venezuela post-indulto que tú decidiste que heredáramos

Nunca, jamás, Venezuela olvidará tus soberbias decisiones ¿Y tú, logras perdonarte a ti mismo? ¿Puedes asomarte al espejo, Rafael? ¿Qué siente verdaderamente tu familia?

¿Qué pasa, Rafael, estás disfrutando el efecto dominó de aquel indulto que todos tus asesores te desaconsejaron?

Don Rafael: tus dotes de jugador de dominó te traicionaron cuando te empeñaste en firmar aquel indulto, ¿recuerdas? Ese mismo insulto (perdón, quise escribir indulto), que te produce insomnio y acidez estomacal y flatulencia feroz. ¡Gracias, doctorcito Caldera, toda una república te lo reconoce y agradece eternamente!

¡Ay, como quisiera yo homojonearte (homenajearte) personalmente!

¡ Gracias a ti !

Hoy, don Rafael, tomamos prestado aquel jingle de tu eterno rival Carlos Andrés Pérez y te cantamos:

¡ Gracias a ti !

Y es que jamás podremos pronunciar ni escribir las palabras adecuadas para agradecerte.